Creo y quiero creer en su palabra

El Tour comenzó como nunca antes había empezado: sin dorsal número uno y sin que nadie vistiera el maillot amarillo. El motivo era que aún no se ha determinado quien es el campeón de la anterior edición, pese a que lo más lógico es que éste sea Pereiro. Pero aún es más extraño que ya sepamos quien ha ganado la de este año.

Alberto Contador fue el mejor. En la montaña fue el más valiente y en la lucha contra el crono se defendió con uñas y dientes. Superó por menos de un minuto a Evans y Lepheimer en una contrarreloj que recuperó la emoción de este gran deporte, algo que el ciclismo necesitaba tras los últimos escándalos: Vinokourov dio positivo y Rasmussen, líder hasta ese momento, fue expulsado por su propio equipo. Esto último propició otro hecho insólito en esta gran prueba: hubo una etapa a mitad de carrera en la que nadie portó el maillot amarillo. Y ahí no acaba todo. A los pocos días de terminar el Tour, Mayo también dio positivo. Un hecho más para la tristeza.

Pero yo prefiero quedarme con que esta vez se detectó al tramposo antes de que se paseara triunfante por los Campos Elíseos, con que seis españoles acabaron entre los diez primeros y, sobre todo, con que el vencedor quiere convertirse en el líder de un ciclismo limpio.

"Estuve en el equipo y en el momento equivocado". Así justificó Contador su vinculación en la Operación Puerto e incluso en estos días se ha ofrecido voluntario a que le analicen su ADN para que vean que no es su sangre. Aún así, mucha gente sigue insistiendo en que él y Valverde son unos tramposos, e incluso tienen el cartel de no gratos en algunas pruebas, incluido el Mundial.

¿Por qué la gente insiste en incriminar a dos personas cuando la Guardia Civil les exculpó? ¿Por qué se pasan los días asegurando que tienen unas pruebas en las que se demuestra que se dopan y luego nunca las enseñan? ¿Qué hay de la presunción de inocencia? ¿Todos los ciclistas van a ser tratados como tramposos sin ninguna prueba por el simple hecho de practicar este deporte?

Son muchas preguntas que me gustaría que contestaran todos aquellos que no hacen más que acusar en vez de poner algún remedio a esta situación. Contador, Valverde y otros ciclistas han pasado numerosos controles durante este año y nunca han dado positivo. ¿Por qué dudar de ellos? Yo prefiero la otra alternativa: seguir disfrutando de este deporte, confiar en los controles y apoyar a cualquier ciclista que quiera ayudar a combatir el dopaje, como Contador. Yo quiero fiarme de su palabra. Y la creo totalmente convencido.