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Recuerdos de una noche de París

Recuerdos de una noche de París

Justo hoy, 10 de mayo, hace doce años que Miguel Pardeza levantaba el trofeo más importante que ha ganado el Real Zaragoza en sus 75 años de historia: la Recopa de Europa. Una noche mágica y para el recuerdo de todos los zaragocistas, e incluso por cómo se produjo, de muchos aficionados al fútbol. 

Corría el último minuto de la prórroga cuando a Nayim se le ocurrió probar desde el centro del campo. Es curioso que en el poco tiempo que transcurrió entre el golpeo y el gol pasaran tantas cosas. Yo me acuerdo que estaba viendo el partido en Panticosa con todos mis compañeros de clase, puesto que estábamos ahí para pasar unos días en el Aula de Naturaleza. 

A mi memoria viene enseguida una cosa. Yo estaba a punto de marcharme a otro sitio para no ver los penaltis, cuando escuché: “¿Pero que haces, a dónde vas?”. Me giré y vi volar un balón hacia la portería de Seaman. En ese instante algunos se levantaron, otros se echaron las manos a la cabeza, otros seguían quejándose de la acción, y unos pocos y yo empezamos a tartamudear como tontos: “Go, go, goo, que, que, en, entra, mi, mira – y al final – goooooooooool”. 

Y ahí la reacción sí que fue unánime. Todo el mundo saltando, abrazándose, con una sonrisa enorme, y gritando el campeones, campeones, oe, oe, oe. No era para menos. A pesar de nuestra corta edad entendíamos que nuestro Real Zaragoza se acababa de proclamar campeón de Europa. 

Sería injusto acordarse sólo de Nayim (por eso he puesto una foto de todo el equipo titular de esa final). Como en cualquier película es tan necesario que haya un actor principal como unos buenos secundarios. Y el Zaragoza tenía un reparto increíble que sabía actuar como ningún otro equipo en esos momentos. 

Ahora mismo me viene a la mente el penalti que le paró Cedrún a Alejo y el que luego transformó Higuera en la final de Copa del año anterior, ya que sin ese hecho no se habría podido conseguir la Recopa. Recuerdo el gol que salva Belsué en la línea de gol en la final contra el Arsenal, el cabezazo de Aguado que paró Seaman con la ayuda del palo, el gran partido en defensa de Cáceres y Solana, el despliegue físico de Poyet, la jerarquía de Aragón en el centro del campo y el penalti que no le pitaron a Pardeza. 

Pero el otro gran recuerdo que tengo aparte del golazo de Nayim es el no menos bonito de Esnaider. El argentino realizó una bolea desde la frontal del área que se coló por toda la escuadra. Uno de los mejores tantos que recuerdo, posiblemente el mejor que ha marcado Esnaider. Y lo hizo en el partido decisivo como los más grandes. 

Otras temporadas uno se acordaba de esta hazaña con nostalgia, pensando que nunca se repetiría. Pero ahora con el cambio de propietario, con la vuelta de Víctor Fernández al banquillo aragonés (lo que es sinónimo de buen fútbol), el fichaje de grandes jugadores y la existencia de un proyecto ambicioso hacen que uno mire con optimismo al futuro y piense que es posible revivir una noche tan especial como esa y que el club logrará títulos más importantes que en sus primeros 75 gloriosos años de vida. 

Ya he dicho que yo viví aquella noche en Panticosa, otros lo hicieron en Zaragoza, otros en Huesca, otros en Teruel, otros aragoneses lo harían en la ciudad donde trabajaran o estudiaran, otros incluso fuera de España y otros 25.000 afortunados zaragocistas en el escenario del partido. Pero aunque todos no estuviéramos físicamente en el Parque de los Príncipes presenciando en directo el encuentro, nuestros recuerdos de esa noche siempre se situarán en París.

1 comentario

hughes -

Grandisimo dia!!ojala se repita pronto (a poder ser sin tanto sufrimiento...aunq luego se disfruta el doble).
Siempre recordare aquel partido en Paris...nosotros estabamos en Panticosa y no pudimos ir a las celebraciones que se hicieron en Zaragoza..pero ya nos volverá a tocar.
Confieso que yo fui de los que dijo a Nayim aquello de "pero q hace!!!"...y quien no lo penso???