El mal utililizado contra el mal
Dexter es una serie basada en la novela de Jeff Lindsay, Darkly Dreaming Dexter, que narra la vida de un hombre extraño llamado Dexter Morgan. Este personaje fue maltratado y abandonado por sus padres cuando era niño. Ahora es un exitoso e importante forense patológico, pero bajo su carismática personalidad se esconde una terrible verdad. Dexter ha canalizado sus innatas necesidades homicidas en una segunda profesión que guarda celosamente en secreto: buscar, dar caza y asesinar brutalmente a despiadados criminales que han conseguido evitar caer en las garras de la ley.
Se trata de una serie muy original que se aleja de las típicas historias policiacas. En esta ocasión el asesino es el protagonista y el espectador siente cierta simpatía por él y por lo que hace. Al fin y al cabo utiliza el mal para combatir un mal mayor.
Hay que destacar el gran papel que desempeña Michael C. Hall, dando vida a Dexter. Su interpretación de asesino en serie sin sentimientos y con una frialdad aterradora es tan brillante como cuando se transforma en una persona cariñosa, amable y simpática para que nadie descubra su oscuro secreto. El resto del reparto también es fantástico.
En cuanto al guión, la serie es muy entretenida y consigue enganchar al espectador desde el primer momento con un gran suspense. De gran nivel son los flash back en los que el padre adoptivo de Dexter le enseña a canalizar sus necesidades homicidas y a pasar desapercibido entre la gente normal. Además no se abusa de ellos para que no interrumpan demasiado la trama principal.
Por último, los diálogos entre los personajes son excelentes y sólo son superados por las reflexiones en voz en off de Dexter sobre sus sentimientos y emociones, la vida y los hechos que se van sucediendo. La fotografía y la banda sonora también están al nivel del resto de esta serie, que tendría que contar ya con un espacio en prime time en la televisión en abierto de este país.
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