Se puede vender, pero bien

La temporada llega a su fin y eso se nota en los continuos movimientos en el mercado. Varios nombres son noticia actualmente y uno de ellos es Gabi Milito. El central argentino del Zaragoza abandonará el conjunto aragonés para recalar en la Juventus. Un tren que el jugador no puede dejar escapar tras haber tenido la oportunidad de jugar en el Madrid, el Barcelona y el Liverpool.

Y también en el Villarreal. Al mismo tiempo que Cani hacía las maletas, Solans negoció la venta de Gabi Milito al submarino amarillo por 18 millones de euros. Incluso firmó un documento en el que permitía al argentino abandonar el Zaragoza por esa cantidad. La llegada de Agapito frenó la operación, aunque lamentablemente no pudo hacer lo mismo con la marcha de Cani porque ya era demasiado tarde.

Ese documento condiciona ahora mismo la postura de Agapito respecto al argentino, ya que se trata de un compromiso del club con el jugador aunque legalmente no signifique nada. Por ello el actual propietario del Zaragoza va a tener que aceptar una oferta de la Juve que ronde los veinte millones de euros, a pesar de que su intención era que se acercaran a la cláusula de 30 millones que tiene el menor de los Milito.

De hecho, la respuesta a las primeras ofertas de 12 y 16 millones de euros fue un rotundo no por parte de Agapito. Ni se sentó a negociar, no como en épocas pasadas muy recientes. Además, Gabi Milito no quería abandonar el Zaragoza si no consideraba que el conjunto aragonés iba a ingresar una buena cantidad de dinero por su traspaso, lo que demuestra su compromiso con el club.

El central argentino ha realizado cuatro temporadas brillantes rindiendo a un gran nivel, propio de uno de los mejores centrales del mundo. Y ahora puede dejar en la caja 20 millones de euros para hacer un buen equipo sin él. Porque la realidad es esa: los equipos están por encima de los jugadores.

Todos los equipos, incluso los grandes, tienen que sobrevivir a la fuga de sus estrellas. Es decir, todos los equipos venden. El Zaragoza por mucho que quiera ser grande también lo hará, pero con una filosofía diferente a la anterior. Si realmente quieren llevarse a un jugador, que paguen lo que vale, no menos.

Uno mira al pasado y ve que en las dos últimas temporadas el Zaragoza ha vendido a Villa por 12 millones de euros y a Cani por algo más de 8. Entre los dos no suman ni lo que le costó Sergio Ramos al Madrid. Es cierto que eran sus cláusulas, pero para eso se revisan los contratos a mitad de temporada. Aunque no nos engañemos: en la era Solans se ponían las cláusulas para establecer un precio de venta, no para impedir que otros equipos se llevaran a los jugadores.

Eso tenía que cambiar y ha cambiado. El ejemplo a seguir es el Sevilla. Un equipo que vende, pero que lo hace muy bien y eso le ha permitido formar una plantilla que ha aspirado a ganar todas las competiciones que ha disputado este año. Imagínense que el Zaragoza hubiera sacado 25 millones por Villa, 15 por Cani y ahora 25 por Gabi Milito. Una gran cantidad de dinero para hacer un gran equipo si se invierte en fichajes (otro problema de anteriores épocas es que esto tampoco sucedía). Así que está muy bien vender. Es necesario e incluso beneficioso para el futuro. Pero siempre que se haga bien.